Nunca he tenido suerte en el amor, ni siquiera nada que se le
pareciera. Era adicta a ilusionarme con gente que me acabaría fallando y
después de un tiempo volver a confiar en otra. Muchas veces intente defenderme,
intente evitar los daños pero por más barreras que le puse al
corazón se acaban derrumbando. La culpa es mía lo admito, es toda mía por
creerme todo, por confiar en gente, por ser como soy, pero supongo que a todos
nos gusta que alguna vez alguien vea en ti, lo que tú no eres capaz de ver por
tu enorme falta de autoestima, a veces nos gusta creer que un nuevo mundo puede
ser posible, pero entonces chocas contra un gran muro al que la gente llama
realidad.
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